Por Carlos Manuel Estrella
El
empresario Pedro Juan Reyes, relacionado a poderes fácticos y muy conocido en
Navarrete, protagonizó una agresión física y sicológica contra dos reporteros
de Teleuniverso Canal 29 con agravantes de secuestro, intento de homicidio,
violencia de género y robo de cámara y celular.
Un
hecho de tal gravedad trasciende el inicial intento de impedir el trabajo de la
prensa cuando la periodista Indira Vásquez realizaba una investigación junto al
reportero gráfico José Manuel De la
Cruz sobre la extracción ilegal de materiales del río
Bajabonico, en Imbert, Puerto Plata.
A
Reyes se le conoce como grancero propietario de planta de asfalto, canal de
televisión y contratista de obras públicas, entre otros bienes cuyo origen
sería interesante establecer, además de atribuírsele sólidas relaciones con el
poder político y armado.
Los
hechos incontrovertibles, validados con imágenes de los reporteros, ocurrieron
el viernes pasado cerca de La
Atravezada , tramo carretera Imbert-Navarrete, cuando De la Cruz fue despojado de su
cámara y golpeado por una turba dirigida por Reyes, parte activa de la agresión
según la víctima.
A
la periodista Vásquez, luego de sustraerle el celular con que grababa imágenes,
la atacó un hombre identificable que trató de estrangularla y le voceó
improperios mientras huía del lugar con complicidad de una patrulla policial de
Navarrete que al parecer estaba al servicio de Reyes y sus secuaces.
Los
hechos son una película de mal gusto no solo por vulneración de la libertad de
prensa sino por violaciones a la integridad de reporteros y riesgo de vida,
agresividad del grupo de empleados de Reyes y su hijo, piloto de la Fuerza Aérea , y luego
por pasividad cómplice de fiscalía de Santiago.
Este
grave suceso no puede quedar sin castigo, ni minimizado por el calificativo de
“robo” del ministerio público. Vacas sagradas solo hay en La India y los caciques pasaron
a la historia. ¡No más impunidad
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