Por: Dr. Santiago Caba Abreu
En los últimos días hemos
visto con preocupación al Periodista, comunicador, padre de familia y esposo
ejemplar Aquiles García, promover una queja por la supuesta "amenaza"
de retiro de publicidad proveniente de un alto dirigente del oficialista
partido de gobierno, en la que acude a la influencia de los jefes políticos del
Danilismo en la Provincia
de Montecristi para que detengan la retaliación, persecución o resquemor de
dicho personaje.
Yo califico la actitud del
personaje, funesto por demás, como una manifestación de intolerancia al derecho
de disidencia contenida en todas las constituciones democráticas del universo.
En ese sentido, el sistema político democrático defiende la soberanía del
pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes.
La crítica al ejercicio
político es un control democrático de las actuaciones del poder que realiza
cualesquier ciudadano, llámese o no periodista, comunicador, etc...
En la actualidad, se entiende
que la democracia es un sistema que permite organizar un conjunto de
individuos, en el cual el poder no radica en una sola persona sino que se
distribuye entre todos los ciudadanos. Por lo tanto, las decisiones se toman
según la opinión de la mayoría. Si hurgamos en el concepto democrático nos
encontramos que todas las definiciones o teorías relativas a dicho sistema
establecen que es el conjunto de reglas que determinan la conducta para una
convivencia ordenada política y socialmente. Se podría decir que se trata de un
estilo de vida cuyas bases se encuentran en el respeto a la dignidad humana, a
la libertad y a los derechos de todos y cada uno de los miembros.
La libertad es un estado democrático de tipo jurídico e individual. Es
jurídico porque se refiere al derecho del ser humano para obrar por sí mismo
con total derecho a decidir por sobre sus actos, siempre y cuando su deseo no
vaya en contra de las leyes. Por su parte, la libertad es individual porque se
refiere a la esencia de seres inteligentes y libres que todo ciudadano posee
desde el preciso instante de su nacimiento. Entonces el personaje, reitero
funesto, a que hace referencia el comunicador arriba citado, no acepta que la
prensa de la región o de la provincia de Montecristi
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